

Estudiar una oposición es una de las decisiones más importantes que has tomado a lo largo de tu vida. Estamos hablando de la posibilidad de disfrutar de un empleo fijo para siempre, con la seguridad que da eso para afrontar todo lo que tienes por delante. Si ya te has puesto manos a la obra, debes pensar que no tienes que desesperarte por no conseguir tu objetivo en el primer intento. Una oposición es una carrera de fondo en la que está permitido caer, pero siempre hay que levantarse. El premio de llegar a la meta es lo suficientemente suculento como para rendirse. ¿Sabes cómo tienes que estudiar? No seas de los que caen en los fallos más habituales al preparar una oposición. ¡Son estos!
Descubre los fallos más habituales al preparar una oposición
- No elegir lo que te gusta: Es cierto que, en muchas ocasiones, a la hora de opositar hay que adaptarse a la oferta que hay. No siempre salen plazas en el sector que uno quiere, pero lo prioritario es centrarse en el mismo. ¿Por qué? Primero, porque ya tienes conocimientos en el mismo y tienes más opciones de lograr aprobar y vivir para siempre con una tranquilidad que es muy apreciada y, segundo, porque cuando tienes que profundizar en un tema que no te gusta o que no dominas, lo más probable es que el proceso se te haga completamente tedioso porque cuesta comprender lo que estás tratando de adquirir. Tienes más opciones de no completar el estudio, porque te sientes que no estás capacitado para ello. Por eso, la recomendación que podemos hacer es que te centres en aquello en lo que te has formado. Seguro que obtienes el resultado que deseas.
- No ir a una academia: Uno de los fallos más habituales al preparar una oposición es querer hacerlo por tu cuenta. Es muy complicado tener la disciplina de ponerse a estudiar en un horario establecido y durante las horas que tienes que dedicar, cuando te encuentras solo en casa. Sentir que no tienes el apoyo de nadie, en ocasiones, puede resultar devastador. Por eso, siempre es buena idea acudir a una academia o ponerte en manos de preparadores profesionales. Ellos son los que tienen los conocimientos suficientes para poder ayudarte a aprobar. Además, te facilitarán apuntes actualizados para que no tengas que estudiar algo que ya ha quedado obsoleto. Tendrás la seguridad de que estás haciendo las cosas bien. Por último, estudiar por tu cuenta te hace perder tiempo en la búsqueda y preparación de temas, algo que no ocurre con la enseñanza en una academia.
- Descuidar la parte práctica: Una oposición, por norma general, tiene una parte teórica y también una parte práctica. Otro de los fallos más habituales al preparar una oposición es centrarse demasiado en la teoría, pero no profundizar en poder aplicarlo a la práctica. Los casos prácticos generan muchos puntos en el examen y es conveniente valorarlos en su justa medida. Tienes que repartir los tiempos para que todo quede perfectamente preparado. Además, realizarlos también te va a servir para desahogar y despejar de todos los conocimientos con los que tienes que quedarte. Al final, en muchos casos, es la práctica la que marca la diferencia para obtener una plaza.
- No estudiar de la forma adecuada: La regla general es que tienes que estudiar, haciendo algo resumen y comprendiendo lo que estás adquiriendo. Dicho esto, hay algo que siempre debes distinguir. ¿De qué hablamos? Lo estamos haciendo del hecho de que no es lo mismo estudiar para un examen a desarrollar que para un examen test. Es cierto que, si tienes que desarrollar, el estudio te permite que memorices más y que luego lo plantees en el examen. Sin embargo, si lo que buscas es sacar un buen resultado en test, deberás quedarte con pequeños conceptos y tener más capacidad de comprensión.
¡Estudia de la manera correcta!